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Sistema milenario de cultivo de arroz y peces: sustentabilidad ancestral

Sistema milenario de cultivo de arroz y peces: sustentabilidad ancestral

En Dajahu, nuestra pasión por el arroz va de la mano con nuestro compromiso por la sustentabilidad y el respeto por las prácticas ancestrales que han demostrado ser tan eficientes a lo largo del tiempo. Hoy queremos explorar un sistema que encarna la armonía entre la producción de granos y la proteína animal: el milenario cultivo integrado de arroz y peces, o rizopiscicultura. Este método no es solo historia; es una solución viable y ecológica para la producción moderna.

Una Simbiosis Histórica y Ecológica

La frase, inscrita en una lápida de piedra del período Sukhothai en Tailandia (hace 700 años), «Hay arroz en los campos, peces en el agua», capta perfectamente esta visión de abundancia y suficiencia. Esta práctica agroecológica es milenaria, con evidencia que se remonta a la Dinastía Han tardía (25-220 d.C.) en China, donde se mencionan figurillas de carpas comunes criadas en campos de arroz. Los agricultores en lugares como la aldea de Longxian, en la provincia de Zhejiang (China), han criado peces en sus arrozales durante más de 1 300 años.

Aunque se desarrolló extensamente en el «arco asiático» de cultivo húmedo de arroz (incluyendo India, Vietnam, Japón, e Indonesia), donde el arroz se cultiva en una amplia gama de condiciones ecológicas y regímenes de agua, el cultivo de arroz y peces se practicaba en 28 países de seis continentes ya a mediados del siglo XIX.

En esencia, este sistema funciona gracias a una poderosa simbiosis ecológica. El ecosistema del arrozal, caracterizado por estar inundado (lo que representa alrededor del 90% del arroz mundial), ofrece un ambiente adecuado para los organismos acuáticos.

En este entorno, los peces cumplen varias funciones esenciales:

  1. Fertilización: El estiércol de los peces sirve como fertilizante natural para las plantas de arroz.
  2. Control de plagas: Los peces se alimentan de malezas, larvas e insectos, promoviendo un control biológico natural de las plagas.
  3. Aireación y nutrientes: El movimiento constante de los peces ayuda a remover el suelo, a mantenerlo suelto y fomenta la descomposición de los fertilizantes, lo que facilita el desarrollo de las raíces del arroz y el crecimiento de organismos epífitos que sirven de alimento para los propios peces.

A su vez, el arroz ofrece sombra y alimento complementario para los peces. Este intercambio mutuo hace que el cultivo sea saludable, económico y ecológicamente eficaz.

La Sustentabilidad en Acción: Beneficios Múltiples

La integración del arroz y la piscicultura, un ejemplo del Sistema de Agro Acuicultura Integrada (SAAI), produce una gama de beneficios económicos, sociales y ambientales.

Desde la perspectiva ambiental, este sistema reduce los insumos externos. La presencia de peces disminuye o elimina la necesidad de usar fertilizantes químicos, pesticidas y herbicidas para el control de malezas e insectos. De hecho, la experiencia ha demostrado que los requisitos de fertilizantes a menudo disminuyen con la introducción de peces, ya que el campo de arroz con peces tiene una mayor capacidad para producir y capturar nitrógeno (N). Además, el cultivo de arroz y peces es una forma eficiente de usar el agua dulce, un recurso limitado. El agua se utiliza para producir carbohidratos (arroz) y proteína animal (peces) de forma simultánea.

Económicamente, los beneficios son tangibles:

  • Diversificación y reducción de riesgos: El cultivo de peces reduce el riesgo asociado a la dependencia de un solo cultivo.
  • Aumento de ingresos: Los peces generan ingresos adicionales y una cosecha secundaria valiosa. En Bangladesh, algunas granjas de arroz y peces registraron una ganancia neta hasta 45.2% superior comparada con el monocultivo de arroz. Otros modelos en Filipinas mostraron que la adopción de esta tecnología puede generar un ingreso adicional de hasta el 23% en la granja.
  • Alimentos nutritivos: A nivel social, el sistema proporciona a los agricultores y sus familias una alimentación nutritiva y de calidad, siendo una fuente de proteína animal y ácidos grasos de fácil acceso, confiable y económica.

Aunque la producción de peces en estos sistemas concurrentes puede no ser tan grande como en un estanque intensivo, el valor principal radica en que, con un costo y esfuerzo adicionales mínimos, y sin necesidad de adquirir más tierra, el agricultor diversifica y mejora la seguridad alimentaria familiar.

Un Giro Hacia el Desarrollo Sostenible: Rizipiscicultura II

El cultivo de arroz y peces no es una reliquia del pasado, sino un modelo que continúa evolucionando. Hoy, se reconoce que los pequeños productores de agricultura familiar y acuicultura de recursos limitados (AREL) pueden convertirse en parte de la solución a la pobreza rural y la inseguridad alimentaria.

El concepto de rizopiscicultura está siendo potenciado con enfoques como la «RIZI/PISCICULTURA II». Este enfoque, aunque mantiene los principios de asociación, establece una mayor prioridad para la piscicultura. El cultivo de arroz se implementa como un sistema crucial para la depuración de las aguas de los sistemas piscícolas, que son ricas en nutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio.

Al aprovechar las aguas de vertimiento de los sistemas piscícolas, altamente cargadas de nutrientes, los cultivos de arroz (que son altamente demandantes de estos mismos nutrientes) pueden crecer de manera integrada, disminuyendo los insumos externos y aumentando los ingresos por la mayor importancia de la producción piscícola. Este sistema integrado, al permitir un manejo meticuloso del agua en los cultivos de arroz, también facilita el control de las dinámicas de emisiones de metano y óxido nitroso por parte de los arrozales, forjando un sistema de alta producción y ambientalmente sustentable.

China, reconocida por su dominio de esta técnica, continúa promoviendo activamente el cultivo de arroz-peces como una opción viable para la producción de arroz, con alrededor de 1.2 millones de hectáreas dedicadas a granjas de arroz-peces. Esta trayectoria demuestra que el sistema tiene un potencial tremendo para fortalecer la seguridad alimentaria global y aliviar la pobreza, utilizando la tierra de manera eficiente para producir carbohidratos y proteína animal concurrente o consecutivamente.

En Dajahu, miramos hacia estas prácticas ancestrales y evolutivas como un modelo para el futuro, buscando siempre la eficiencia y la armonía con la naturaleza. El cultivo de arroz y peces es un recordatorio de que las soluciones más innovadoras pueden tener sus raíces en la sabiduría de nuestros ancestros.

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